Bucaramanga, conocida como la “ciudad bonita” de Colombia, se ha consolidado en los últimos años como un epicentro de emprendimiento y creatividad. En este panorama, las mujeres han tomado un rol protagónico: de acuerdo con cifras de la Cámara de Comercio, cerca del 48% de los nuevos negocios registrados en 2024 fueron liderados por mujeres, lo que refleja una tendencia creciente hacia la independencia económica y la innovación femenina.
Los sectores en los que más destacan son la moda, la gastronomía, los servicios digitales y el turismo. Cada uno de estos ámbitos ha sido transformado por el ingenio y la visión de empresarias que ven en el emprendimiento una oportunidad para crecer, pero también para generar empleo y bienestar en su entorno.
Historias como la de Diana, una joven bumanguesa que empezó vendiendo postres caseros en su barrio y hoy exporta productos artesanales a Centroamérica, son ejemplo de resiliencia y visión. Su testimonio refleja lo que viven miles de mujeres que, con pocos recursos, convierten una idea en un proyecto sostenible.
Sin embargo, los desafíos persisten. Las mujeres empresarias de Bucaramanga aún enfrentan dificultades para acceder a créditos bancarios y programas de financiamiento, además de los retos propios de la conciliación entre la vida laboral y familiar. Expertos señalan que, aunque el emprendimiento femenino crece a buen ritmo, es necesario reforzar las políticas públicas de apoyo y crear más redes de acompañamiento empresarial con enfoque de género.
Lo cierto es que las mujeres de Bucaramanga están demostrando que su liderazgo no solo impulsa la economía local, sino que también abre camino a una nueva visión de ciudad: más inclusiva, dinámica y competitiva.